martes

ESCRITURAS SUD



• En esta época de la restauración de la plenitud del Evangelio, el Señor nos ha revelado de nuevo las bendiciones que se nos prometen por ser obedientes a Sus mandamientos.
• Ciertamente no podría haber ninguna otra doctrina que se exprese con más fuerza en las Escrituras que los mandamientos inalterables del Señor y su conexión con nuestra felicidad y bienestar como personas, como familias y como sociedad. Hay principios morales absolutos y la desobediencia a los mandamientos del Señor siempre nos privará de Sus bendiciones. Esas cosas no cambian.
• En un mundo en que falla la brújula moral de la sociedad, el evangelio restaurado de Jesucristo nunca flaquea, ni tampoco deben hacerlo sus estacas y barrios, ni sus familias ni los miembros en forma individual. No debemos escoger qué mandamientos creemos que son importantes guardar, sino reconocer todos los mandamientos de Dios. Debemos ser firmes y constantes, y tener confianza perfecta en la uniformidad del Señor y confianza perfecta en Sus promesas.